sábado, 5 de marzo de 2016

"El rapto de las hijas de Leucipo"

¡Hola de nuevo!


         ¿Listos para una jornada artística más? Hoy voy a daros algunas claves para hacer un comentario sobre obras pictóricas, a través del famoso “El rapto de las hijas de Leucipo” obra perteneciente al Barroco y pintada por Rubens.



 Bien, a la hora de estructurar nuestro comentario artístico tenemos tener en cuenta que debemos:
  •        Realizar una explicación denotativa, objetiva, acerca de los colores que aparecen las formas predominantes en el cuadro, etc.
  •      Explicar qué técnica ha utilizado el autor de la obra.
  •    Ofrecer información connotativa, subjetiva, para transmitir conceptos o ideas subliminares, para incorporar lo simbólico y alegórico a lo connotativo, etc.

         De esta manera, podemos decir que estamos empleando la metodología de la tri-lectura de una imagen.

            Genial, pues ahora vamos aplicar esta estructura  en el comentario de la obra “El rapto de las hijas de Leucipo”, pero antes dejadme que os hable del contexto en el que la obra fue pintada. Pedro Pablo Rubens (1577-1640) fue el máximo representante de la Escuela Flamenca y sus obras evidencian su interés por el movimiento y los esquemas corporales, tonalidades cromáticas cálidas e intensas, la musculatura de las figuras humanas,  desde diversos géneros.

Mirad,  este fue el gran pintor barroco Rubens:



          “El rapto de las hijas de Leucipo” es una obra de corte barroco, del siglo XVII. Está pintada al óleo, una técnica húmeda y grasa, que usa el aceite como aglutinante.

         En ella, respecto a los aspectos denotativos,  se pueden apreciar, perfectamente colores llamativos gracias a la gran luminosidad del cuadro, en el que aparecen dos mujeres, dos raptores, dos caballos y un ángel. Por ello, podemos alegar que en la imagen hay una dualidad, a excepción de la figura del ángel. A Rubens, tal y como hemos mencionado anteriormente,  le apasionaba plasmar el dinamismo en sus cuadros y en ésta, ello se puede observar, en mayor medida en las mujeres. Cada una se inscribe en un triángulo y sus posturas crean líneas laterales que imprimen la sensación de movimiento. A continuación lo podéis apreciar:



        En tercer lugar, respecto a los aspectos connotativos que mencionamos, en primer lugar podemos reflejar que existe un contraste entre las figuras humanas vestidas, los raptores y las desnudas, las hijas de Leucipo, lo que refleja su vulnerabilidad ante esa situación.  Las hijas de Leucipo se muestran indefensas, aunque el autor pone de manifiesto que intentan luchar para no ser raptadas, pues sus cuerpos corpulentos se retuercen. Cabe destacar, que el hecho de que sus cuerpos sean voluptuosos y musculados es signo de rotura con el idealismo clásico. Mientras, en los raptores, también corpulentos, se refleja el esfuerzo que realizan y su rudeza.

          En relación a los caballos podemos añadir que dejan traslucir la tensión de la escena y en ellos se aprecia el movimiento a través del viento que azota sus crines.

          Otro elemento clave en el cuadro es el ángel, quien nos hace partícipes de la escena a través de su mirada penetrante, que conecta con el espectador.

            Finalmente, podemos decir que en el cuadro se representa una escena armoniosa si atendemos, en su conjunto, a los esquemas y formas  empleados, a la brillantez de los colores y al paisaje natural del fondo.

         ¡Perfecto chic@s! Ya tenemos, gracias a esta bella y magnífica pintura, un modesto ejemplo para comentar muchas imágenes y obras. Espero que sea de gran ayuda.

¡Hasta la próxima!


Imágenes recuperadas de:

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